viernes, 29 de julio de 2011

29-julio-2011.

Libreta de lecturas



 

 A Stieg Larsson se le conoce por el fenómeno literario de su trilogía Millennium y sus dos personales centrales: Liz Salander y el periodista Mikael Blomkvist y sus extraordinarias aventuras social-policiacas; además, han llegado más notas del pleito por su herencia entre su compañera Eva Gabrielsson y los familiares del escritor. Fallecido inesperadamente --una muerte diríase que literaria-- a los cincuenta años, no pudo ver el éxito de su obra. Pero Larsson fue además un periodista militante, progresista, de izquierda. Acaba de salir en España el libro La voz y la furia. Las investigaciones periodísticas del escritor de Millennium y no pudo tener mejor escenario crítico que la tragedia en Noruega con el loco que asesino a casi cien personas. Los artículos de Larsson denunciaron desde 1995 las trapacerías, violencia y avance de la ultraderecha en Suecia y el Norte de Europa. La lectura de los artículos permite tener la distancia del caso Noruego y concluir que no se trató de un loco ni de un asesino solitario sino de un militante del neonazismo. La crisis ideológica de la izquierda ha llevado al olvido de la ultraderecha, sobre todo la violenta. El debate sobre la herencia de Larsson va a seguir: acaba de aparecer en Madrid el libro Millennium, Stieg y yo, precisamente de Gabrielsson, donde debatirá sobre su relación con Stieg.










Fabrizio Mejía Madrid es un periodista cultural de la generación nacida en 1968. Disparos en la oscuridad es su primera novela de largo aliento y de largo alcance. Dotado de facilidad en la escritura literaria --es decir: más allá de la puramente periodística-- y con un buen archivo de información sobre Díaz Ordaz, Mejía Madrid reconstruye el itinerario del ex presidente. El libro se lee con la respiración contenida, sobre todo porque se adivina el final: la locura de la soledad y la violencia. Eso sí, peca de un enfoque parcial, previsible, sin adentrarse en la sicología del poder, en las contradicciones de los Todopoderosos. Como personaje del poder, Díaz Ordaz era un personaje literario. Al final, Díaz Ordaz fue uno de los personajes clave de la segunda mitad del siglo XX mexicano y un personaje tipo del sistema político priísta. Así que debieran venir más enfoques diversos sobre el ex presidente.














Y de España llega la revista Leer, todo un agasajo de libros, autores y política cultura. Vale la pena la suscripción. El número de ahora cubre la relación entre cine y literatura. Muy completa. Para disfrutar.

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